miércoles, 29 de abril de 2009

Exposición e Intoxicación por solventes industriales

Exposición e Intoxicación por solventes industriales

Un trabajador expuesto al contacto con disolvente, como consecuencia de esa exposición, puede desarrollar un daño en su organismo. Ese daño será proporcional a una serie de factores como son:

Los propios de la naturaleza humana.
Los característicos de los disolventes (su toxicidad).
La velocidad de absorción por el organismo.La concentración en el ambiente.

Tiempo de exposición.

Como los 3 primeros factores son constantes, el efecto producido por el disolvente en el trabajador va a depender de la concentración y el tiempo de exposición. Para que un trabajador se vea afectado por un tóxico, en este caso un disolvente, no dependerá sólo de la dosis recibida, sino también de la forma y el tiempo que tarde en administrarse esa dosis. Hay 3 tipos de intoxicaciones según su velocidad de penetración en el organismo: aguda, subaguda y crónica.


Intoxicación aguda: da lugar a un alteración grave con un corto período de exposición. Se caracteriza por un tiempo de exposición muy corto a una concentración generalmente elevada y por una rápida absorción por el organismo.


Intoxicación subaguda. Se diferencia de la anterior básicamente por el efecto producido, que es menor.


Intoxicación crónica. Se produce por exposición repetida a pequeñas dosis del tóxico. El principal mecanismo que origina el desarrollo del efecto es la acumulación del disolvente en ciertas partes del organismo. Esto sucede cuando la cantidad absorbida por el organismo es mayor que la que el mismo organismo es capaz de eliminar.


Vías de entrada

Las principales vías de entrada para la acción tóxica sistémica de los disolventes son la respiratoria" y la dérmico−mucosa. La vía digestiva es la menos importante en la Patología del Trabajo de los disolventes. Habitualmente, las intoxicaciones por esta vía son accidentales (confusiones por contaminación de bebidas potables o intenciones criminales, homicidas y suicidas).
Vía respiratoria: es la más importante debido a la gran volatilidad que presentan los disolventes. En forma de gases y vapores penetran en nuestro organismo acompañando al flujo de aire inspirado, mezclándose con el aire que contienen los pulmones.

Vía renal: es la vía de eliminación por excelencia para todos los metabolitos hidrosolubles, pero también pueden eliminare los propios disolventes. Este proceso es más lento, porque al ser compuestos liposolubles deben unirse a otros compuestos que actúan como transportadores y contribuyen a su eliminación.

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